La función materna y paterna, en la gestión del dinero como energía y como herramienta, en nuestra vida, establecen una poderosa memoria que al mismo tiempo que puede atar puede funcionar como punto de apoyo.
En el dinero y el sexo se proyectan nuestros conflictos y la historia familiar, de manera que, en cómo se practica y el lugar que se le da. El dinero y el sexo no solo manifiestan nuestros límites y miserias, también, nuestras “infinitudes” y grandezas. Llevarse bien con el dinero y el sexo es señal de llevarse bien con nuestro potencial.