El espíritu que anima a la Escuela es producir un espacio de formación de terapeutas con una visión clínica, holística y humanista en el arte de curar. De esta manera vamos a articular la enseñanza de un conjunto de campos de saberes sanadores interconectados entre sí, basados en una transmisión, experiencia y con una orientación espiritual, produciendo así, integración de visiones y talentos en función de ayudar al que sufre y padece. Aprender y que ayude a desarrollar, en los alumnos, sentido crítico, creatividad, procesos de pensamiento, capaces de comprender el dolor de las personas y la mejor manera de brindarles ayuda, valores de solidaridad, respeto, justicia, y compasión por el prójimo, habilidad para trabajar en equipo y asumir el rol de líderes en el campo de las ciencias terapéuticas; proponiéndose a llegar a construir una dimensión de llegada internacional y no sólo restringida a México.